Se trata de un texto periodístico en el que se expone la crítica de una película llamada El fotógrafo de Mauthausen, dirigida por Mar Targarona, ambientado en las vivencias de Francisco Boix, un fotógrafo y militante comunista español, que luchó en el Ejército Republicano durante la Guerra Civil Española y que estuvo internado en campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
A través de esta película, y de muchas otras relacionadas con el tema, la memoria de las personas que sufrieron las calamidades de las guerras queda preservada del olvido, dando a entender que la película es una reconstrucción de los hechos. En El fotógrafo de Mauthausen, estas desgracias son vividas por Francisco Boix, que llegó a Mauthausen el 27 de enero de 1941, allí declaró que su profesión era la de fotógrafo y, por intervención de otro español, Antonio García, trabajó la mayor parte de su periodo de internamiento en el laboratorio de fotografía, realizando fotografías de los sangrientos episodios de maltrato hacia los prisioneros y que, con ayuda de Anna Pointner, sirvieron para inculpar a los jefes de los campos de concentración tras la guerra.
En conclusión, el significado que la película desea transmitir es de gran importancia, pues, mediante la utilización de elemento visuales, la recreación de las calamidades sufridas en cualquiera de las guerras produce en el espectador el deseo de no vivir esta experiencia. O al menos creo que esa debería ser su intención, pues el estudio y el recuerdo de la historia es una forma de intentar evitar los errores del pasado.
Lengua Castellana, Literatura e Historia 