Buenas tardes, hoy os contaré mi rara experiencia de ayer:
Estaba yo comiendo chocolate a la orilla del río cuando, de pronto, un pato me lo arrebató de entre las manos. Sí, un pato, esos animales que viven en parejas o grupos y que se lamentan cuando sus compañeros mueren. Son animales adaptados al agua, la tierra y el aire que vuelan cientos de kilómetros cada año en sus migraciones. Cuando vuelan lo hacen en formaciones de modo que reducen la resistencia al aire y les resulta más eficiente, pueden llegar a volar a una velocidad de 95 kilómetros por hora. Los patos emplean su lenguaje corporal así como diversas vocalizaciones para comunicarse e incluso se ha demostrado por parte de investigadores de la Universidad de Middlesex de Inglaterra que los patos de diferentes zonas tienen diferentes acentos. En resumen, me quedé sin chocolate.